En 2018 se pudo observar el surgimiento de nuevos emprendimientos con diversos enfoques, en la mayoría comerciales y sin propuestas de valor. Lo destacable fue conocer proyectos innovadores y sumergidos en la tecnología. El desafío de este año es que los emprendedores crezcan hasta convertirse en MYPES y empresas exitosas, pues mientras más crezcan, se generan empleos y de esta manera se disminuye la tasa de desempleo en el país. Este crecimiento debe estar acompañado por políticas públicas que fomenten el crecimiento de los emprendimientos; el objetivo suena difícil debido al año electoral, pero debe preocuparnos para no dejar pasar. Para un emprendimiento, la tecnología es la mejor aliada para su crecimiento, desde insertarla en el proceso productivo hasta la elaboración de estrategia de conexión con los clientes. Algo que crece en el mercado tiene que ver con las compras virtuales, este año de seguro cobrará mayor fuerza para convertirse en algo común como ocurre en otros países. Este aspecto nos exige que estemos preparados para que seamos parte del impulso de los negocios y no así parte del desplazamiento del mercado. Algo que debemos tomar en cuenta como emprendedores es el objetivo y el resultado de cada proyecto y como se sabe los emprendedores no tienen un jefe que los evalúe, que diga por dónde caminar o la cantidad de números al que deben llegar; entonces, el desafío es mayor para mejorar los negocios, implica mirar el crecimiento del emprendimiento, no quedarse en la zona de confort, salir de ella y descubrir nuevos nichos. Mejorar de manera continua es algo que debe ser parte del emprendedor, particularmente en cómo llegar a las personas. Respecto a un producto o servicio, se realiza una evaluación sobre lo que se necesita mejorar con base al 2018 para que este año se pueda trabajar en la oferta de servicios o productos con mayor calidad. Otro aspecto es la propuesta de valor y para alcanzar este objetivo, debemos tomar en cuenta que el mercado cambia constantemente, entonces esto exige explorar y marcar la diferencia tomando en cuenta nuevas perspectivas y necesidades. Algo que no depende tanto de los emprendedores, pero sí de las instituciones que fomentan el emprendimiento, es fortalecer el ecosistema emprendedor, un desafío más para el país, y esto es importante debido a que las empresas o entidades públicas que trabajan con emprendedores deben reunirse para trabajar estrategias de crecimiento y fomento, cada uno asumiendo un rol y con objetivos en conjunto; un ejemplo, el ecosistema tiene mayor fortaleza en la ciudad de Medellín (Colombia), donde se permite generar emprendimientos sostenibles, para suin piso, recibe apoyo de una institución relacionada con el tema, tiene un directorio de desarrollo del emprendimiento y hasta puede recibir financiamiento.
Finalmente, todos estos desafíos requieren trabajo, esfuerzo y dedicación y como emprendedor es necesario empezar a trabajar temprano y establecer objetivos claros; no se puede esperar que la diferencia crezca y madure por sí sola; no se pueden estacionar proyectos probablemente sea más difícil iniciar el negocio, es momento de rendir y innovar, seguir haciendo crecer marcar la diferencia, haciéndolo que el país crezca.